.::EuCor Reprime Brasil::.
Las Montañas del Hombre Adormecido
No, no quiero llevarte a un sueño. O contar mi historia, mis casos de rimáticas inaceptables, es la pronunciación de una imagen olvidada a los modos sociales y aptitudes ociéticas que proporcionaran intercalar lo que es ser memoria de escritor y de arte independiente brasilera, esas irrompibles camadas y tejidos de una pequeña red de conductores y comunicadores que no se recogen en un sueño para crear una historia, esos pasajes son un ofrecimiento del ser humano, que se joda la creación dentro de todo lo que es la humanidad en el mundo, que sería el mundo sin ella o que sería de este mundo vago que te hace levantar y buscar una “levitación inestable”, una medida de carácter, una medida de pensamientos condicionada a un solo ser , sin observar la mudanza de este pueblo rebelde y cruel, impertinente, irrazonable “tan humilde como cobarde”, somos canallas sin imperfección, por la obligación de seres mayores, discriminantes de sus estados, países, “demasiados improductivos a cualquier violación al sistema celeste y clandestino, ofrecido ante nosotros..
Tengo pasado la filosofía rápidamente en rodajas, dividiéndola con mancebos.
Cargo la frialdad que espera para extraer la hoja, somos ahora la velocidad propagada arreglada sin rumbo.
“Son rifles mirados por los gatos ligeros encima de la pared”
Cambiamos todo al dejar la gloria plantar su raíz. Alguien precisa respirar ese monóxido, pueril satisfactorio de fatiga, que espera sofocar lo natural con ambición. Ya estamos hundidos, vivimos para tocar el piano para las catástrofes.
Sostengo afilar mis plumas por debajo de sus uñas. Pueblo infestado, generación multi-instrumentista por los brotes hechos insignias.
La crisis de ideas ha sido una inversión muy alta para los ricos. Es la potencialidad de una cultura magnetizada.
Eso es lo materialista del sensacionalismo, la noticia de que todos nosotros tenemos que matar un león por día, una mariposa, sea cual sea el animal, hasta mismo un artista.
Aquí el poeta es su apariencia castigadora, con noches en comodidad por las esquinas que ni la muerte pasa.
“A cada día mi carácter se recupera, voy arrojando la injuria afuera”
Ojos que no temen…
Sienten el bajar;
Pero sin demagogia se envuelven!
Yo me siento habituado,
Calmo, siempre calmo,
Antes de la lluvia saco el paraguas
El callejón moja la vida.
Paso por paso
Trastornos callados.
En rumbos distraídos...
Voy despacio
Con una goma de verbo
Harina de la misma bolsa
Restos en los ojos
“Se arrojan para ir con el viento”
Silenciosa voz de arquero, al borde de la cabina, esperando el blanco cierto. La visión sin misericordia de votos violables, correspondencias que rompo en las pescadas de noches mal dormidas, es el descanso del tornado para un nuevo viento al amanecer sobre mares altos y bajos.
La oscuridad obstante
Caerá por la espada,
Todavía en proezas,
Ese mi baluarte…
Arte que conmueve, insulta, hace herirse
Permitirá todas las adulaciones
Siendo en los santuarios violadores…
Mi casa,
Adonde tendré el desprecio eterno.
Y dentro del sepulcro exulte hablar de mí
Vos tendrás mi benevolencia,
Fuera del firmamento,
Sin gemidos, todos gentiles
Con el furor de mi espada
En la paz de mi escudo.
I Las Montañas del Hombre Adormecido
Cuerpos en el agua, desguarnecidos, embarrados de sangre en este río de miedo que el amor siquiera atraviesa. Voy en su dimensión a los montes verdes de vientos fieles sintiendo el frío migrante ocultándose de las piedras.
Mi corazón jugaba como si tuviese la “tarjeta fascista” creyendo que podría hacer todo…
_Cosas extrañas últimamente están pasando, (mi conciencia volvió), Dios sabe de dónde después de dos años y medio. Estoy encendido como un carnaval para que los chorros y bandidos vean después de quererme muerto y enterrado atrás de la iglesia…
Los demonios se espantaron de mi alma incrédula. Rezarán ellos por mí todos los días y saben que Mussolini me enoja, tomaron en cuenta que no soy fascista! Váyanse los demonios que me cercan. Odio las potencias mundiales, en mis sueños ellos aparecen cuando escupo y doy muchas cachetadas en la cara de Fuhrer, ellos ahora saben que mi camisa negra no es luto, sirve apenas para esconder la mugre.
Fue así que conocí a Renata, a los verdugos más perturbados del declive del hombre.
Ella dice;
_Hable conmigo!, entiendo su lengua
En aquel momento mi lengua se disipó. Se derritió hecha chocolate, me sentí un bebé, hice una cantidad de poemas lascivos a los que titulé, “Dulce en la boca”. Corrieron de mi mente para la suya. Siguiéndola decidí encontrar una políglota coartada.
En mi venían los rayos de la serpiente de los cielos sobre luces estridentes de un silencio que sólo las hojas hablan, Sí lector! Mi silencio habla con ellas y las hijas. Soy bueno al descubrir que ninguna mujer precisa de mi materia, (a no ser…),
Me sienta en cualquier… Deje que…
Enteramente…cuando menos lo percibas, estaré…
Ella era muy buena, es. Y me puede acariciar cuando quiera. Me sentía en una leyenda muy antigua.
“De un pastor que se enamoró de una joven que no lo amaba. Un día él se recostó en una montaña para protegerla del viento y de la lluvia”, tomó su cuerpo en forma de la tierra, convive allá hasta hoy por nosotros y por aquellos que allí habitan, la leyenda dice que un día él despertará…”
II De un lugar que todavía existe
El sol se asomaba en mi alba ventana, los rayos silbaban en mi rostro, la ciudad estaba “podrida”, resecada en un concreto enmarcado de las manos. Para mí sería la Toscana. Tosca Moóca, con su recorte nupcial de casar mendigos de alambrados y viaductos; que por señal todos los jueves ellos encendían el televisor para mirar un programa que tenía una sambita de entrada haciendo la más dura compilación de vida urbana brotando de mis visiones futuras en esos tiempos contemporáneos:
“esa familia es muy unida”…
Sólo faltará pochoclos, pero tenía siempre el loco del tablero en el cine de grotescos humanos, con su linterna vendiendo piedras, drogas… El señor Alcántara Machado era un escritor de medio-pelo, mediocre, de frases e ideas pobres, sin sentido alguno corriendo el Brás, Bexiga y Barra Funda.
Aquí estoy yo, como si fuese poco vivir en la Avenida del Poeta ahora tengo este perro oliendo mis cojones. Los escritores me persiguen. Los rellenos, abrigos y botones del universo me pedían para poner la lectura al día, la familia todavía dormía soñando, estaban al menos unidos en este mundo vago de reticencias… En esa mañana quería mantenerme informado sobre actuales y viejos enemigos, entre otros que ni se acostumbran a hacer o tirar los nombres de la poesía y literatura prohibida. Desdén identificarlos, cuando abrí mi libro cayéndose a pedazos... sé que no es apropiado perder tanto tiempo leyendo poesía, pero aquel día era lindo, la ciudad seca, vidriado dentro de mi, no saldría en sus alamedas tostadas con mis sentimientos húmedos.
Apuesto a que Dante nunca pasó u observó momentos como esos, al final eran sueños… Si Otelo tuviera la mitad de mi coraje para que no venga a matar la suya, la amada. Seres como esos a mi extremo ápice de violencia verían sin las manos como es dar nosotros en una mujer…
Dentro de esos pobres coitados correría el miedo de perseguir un ser humano desalmado, frío, como yo.
Banalidades y amor no sobreviven, se domestican! Las obras de este autor no sobreviven de munición y comida, mi guerra es otra, (oyó Shakespeare?), mi espíritu hoy descansa en el lastre de mi único enemigo: El destino.
Terrorista hoy, estudiantes campesinos, sería la “Grande mariposa”, capturando, dando problemas a esa biopsia de vida vulnerable, un ser que vive apenas una semana, sólo desea volar, (de ciudad en ciudad), deseando ser un criminoso que no puede vivir en esas montañas, aquí no hay eco, tampoco república, y les digo:
_Para cada soldado mío muerto, ejecuto diez civiles!
Mis hombres pueden matar inocentes, están hechos de relámpagos de sombrero y guitarra que no participan de la convención de Ginebra, mis “partidarios” son nacionalistas de uña y carne,
Terroristas que están protegidos por tal reunión…
Que mañana más loca. Y Edson gritando:
_Vamos amigo luche! Vamos amigo luche! Que la vida no paró… La vida no paró aquí…
Con mis hombres infiltrados, es hora de matar a los inocentes; porqué suministrar tropas oprimidas? Estamos con la inteligencia planeada, la inteligencia es un asunto delicado y prioritario del cual tenemos que alimentar todos los días, sin cuestionar órdenes de cualquiera que sea que quiere la mía…
Ven acá, Pascoli:
_”Ya no soy esa lámpara que brilla delante de la dulce María”.
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Humberto Fonseca
Tradução Español: Eleonora Gimenez
apresenta:
"As Montanhas Do Homem Adormecido"
Tempo: 00: 02: 21 Formato:
Digital Direção e Edição: Humberto Fonseca
Trilha Sonora: Clebin (Vivo Isso Aí)
Vídeo-Promo do romance "As Montanhas Do Homem Adormecido". Trilogia composta do primeiro livro de Humberto Fonseca, experimentando em sua linguagem a (poesia-prosa-narrador).
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"Aqui entre os vales do mar a ribanceira toca meus pés. e não me contento diante da felicidade natural. porque é um imáginário tão pequeno para gravar uma cor que seja, a imagem de um mato, um escuso e sinistro silêncio, eu componho sobressaido das ondas, acordando o adormecido..."
Las Montañas del Hombre Adormecido
No, no quiero llevarte a un sueño. O contar mi historia, mis casos de rimáticas inaceptables, es la pronunciación de una imagen olvidada a los modos sociales y aptitudes ociéticas que proporcionaran intercalar lo que es ser memoria de escritor y de arte independiente brasilera, esas irrompibles camadas y tejidos de una pequeña red de conductores y comunicadores que no se recogen en un sueño para crear una historia, esos pasajes son un ofrecimiento del ser humano, que se joda la creación dentro de todo lo que es la humanidad en el mundo, que sería el mundo sin ella o que sería de este mundo vago que te hace levantar y buscar una “levitación inestable”, una medida de carácter, una medida de pensamientos condicionada a un solo ser , sin observar la mudanza de este pueblo rebelde y cruel, impertinente, irrazonable “tan humilde como cobarde”, somos canallas sin imperfección, por la obligación de seres mayores, discriminantes de sus estados, países, “demasiados improductivos a cualquier violación al sistema celeste y clandestino, ofrecido ante nosotros..
Tengo pasado la filosofía rápidamente en rodajas, dividiéndola con mancebos.
Cargo la frialdad que espera para extraer la hoja, somos ahora la velocidad propagada arreglada sin rumbo.
“Son rifles mirados por los gatos ligeros encima de la pared”
Cambiamos todo al dejar la gloria plantar su raíz. Alguien precisa respirar ese monóxido, pueril satisfactorio de fatiga, que espera sofocar lo natural con ambición. Ya estamos hundidos, vivimos para tocar el piano para las catástrofes.
Sostengo afilar mis plumas por debajo de sus uñas. Pueblo infestado, generación multi-instrumentista por los brotes hechos insignias.
La crisis de ideas ha sido una inversión muy alta para los ricos. Es la potencialidad de una cultura magnetizada.
Eso es lo materialista del sensacionalismo, la noticia de que todos nosotros tenemos que matar un león por día, una mariposa, sea cual sea el animal, hasta mismo un artista.
Aquí el poeta es su apariencia castigadora, con noches en comodidad por las esquinas que ni la muerte pasa.
“A cada día mi carácter se recupera, voy arrojando la injuria afuera”
Ojos que no temen…
Sienten el bajar;
Pero sin demagogia se envuelven!
Yo me siento habituado,
Calmo, siempre calmo,
Antes de la lluvia saco el paraguas
El callejón moja la vida.
Paso por paso
Trastornos callados.
En rumbos distraídos...
Voy despacio
Con una goma de verbo
Harina de la misma bolsa
Restos en los ojos
“Se arrojan para ir con el viento”
Silenciosa voz de arquero, al borde de la cabina, esperando el blanco cierto. La visión sin misericordia de votos violables, correspondencias que rompo en las pescadas de noches mal dormidas, es el descanso del tornado para un nuevo viento al amanecer sobre mares altos y bajos.
La oscuridad obstante
Caerá por la espada,
Todavía en proezas,
Ese mi baluarte…
Arte que conmueve, insulta, hace herirse
Permitirá todas las adulaciones
Siendo en los santuarios violadores…
Mi casa,
Adonde tendré el desprecio eterno.
Y dentro del sepulcro exulte hablar de mí
Vos tendrás mi benevolencia,
Fuera del firmamento,
Sin gemidos, todos gentiles
Con el furor de mi espada
En la paz de mi escudo.
I Las Montañas del Hombre Adormecido
Cuerpos en el agua, desguarnecidos, embarrados de sangre en este río de miedo que el amor siquiera atraviesa. Voy en su dimensión a los montes verdes de vientos fieles sintiendo el frío migrante ocultándose de las piedras.
Mi corazón jugaba como si tuviese la “tarjeta fascista” creyendo que podría hacer todo…
_Cosas extrañas últimamente están pasando, (mi conciencia volvió), Dios sabe de dónde después de dos años y medio. Estoy encendido como un carnaval para que los chorros y bandidos vean después de quererme muerto y enterrado atrás de la iglesia…
Los demonios se espantaron de mi alma incrédula. Rezarán ellos por mí todos los días y saben que Mussolini me enoja, tomaron en cuenta que no soy fascista! Váyanse los demonios que me cercan. Odio las potencias mundiales, en mis sueños ellos aparecen cuando escupo y doy muchas cachetadas en la cara de Fuhrer, ellos ahora saben que mi camisa negra no es luto, sirve apenas para esconder la mugre.
Fue así que conocí a Renata, a los verdugos más perturbados del declive del hombre.
Ella dice;
_Hable conmigo!, entiendo su lengua
En aquel momento mi lengua se disipó. Se derritió hecha chocolate, me sentí un bebé, hice una cantidad de poemas lascivos a los que titulé, “Dulce en la boca”. Corrieron de mi mente para la suya. Siguiéndola decidí encontrar una políglota coartada.
En mi venían los rayos de la serpiente de los cielos sobre luces estridentes de un silencio que sólo las hojas hablan, Sí lector! Mi silencio habla con ellas y las hijas. Soy bueno al descubrir que ninguna mujer precisa de mi materia, (a no ser…),
Me sienta en cualquier… Deje que…
Enteramente…cuando menos lo percibas, estaré…
Ella era muy buena, es. Y me puede acariciar cuando quiera. Me sentía en una leyenda muy antigua.
“De un pastor que se enamoró de una joven que no lo amaba. Un día él se recostó en una montaña para protegerla del viento y de la lluvia”, tomó su cuerpo en forma de la tierra, convive allá hasta hoy por nosotros y por aquellos que allí habitan, la leyenda dice que un día él despertará…”
II De un lugar que todavía existe
El sol se asomaba en mi alba ventana, los rayos silbaban en mi rostro, la ciudad estaba “podrida”, resecada en un concreto enmarcado de las manos. Para mí sería la Toscana. Tosca Moóca, con su recorte nupcial de casar mendigos de alambrados y viaductos; que por señal todos los jueves ellos encendían el televisor para mirar un programa que tenía una sambita de entrada haciendo la más dura compilación de vida urbana brotando de mis visiones futuras en esos tiempos contemporáneos:
“esa familia es muy unida”…
Sólo faltará pochoclos, pero tenía siempre el loco del tablero en el cine de grotescos humanos, con su linterna vendiendo piedras, drogas… El señor Alcántara Machado era un escritor de medio-pelo, mediocre, de frases e ideas pobres, sin sentido alguno corriendo el Brás, Bexiga y Barra Funda.
Aquí estoy yo, como si fuese poco vivir en la Avenida del Poeta ahora tengo este perro oliendo mis cojones. Los escritores me persiguen. Los rellenos, abrigos y botones del universo me pedían para poner la lectura al día, la familia todavía dormía soñando, estaban al menos unidos en este mundo vago de reticencias… En esa mañana quería mantenerme informado sobre actuales y viejos enemigos, entre otros que ni se acostumbran a hacer o tirar los nombres de la poesía y literatura prohibida. Desdén identificarlos, cuando abrí mi libro cayéndose a pedazos... sé que no es apropiado perder tanto tiempo leyendo poesía, pero aquel día era lindo, la ciudad seca, vidriado dentro de mi, no saldría en sus alamedas tostadas con mis sentimientos húmedos.
Apuesto a que Dante nunca pasó u observó momentos como esos, al final eran sueños… Si Otelo tuviera la mitad de mi coraje para que no venga a matar la suya, la amada. Seres como esos a mi extremo ápice de violencia verían sin las manos como es dar nosotros en una mujer…
Dentro de esos pobres coitados correría el miedo de perseguir un ser humano desalmado, frío, como yo.
Banalidades y amor no sobreviven, se domestican! Las obras de este autor no sobreviven de munición y comida, mi guerra es otra, (oyó Shakespeare?), mi espíritu hoy descansa en el lastre de mi único enemigo: El destino.
Terrorista hoy, estudiantes campesinos, sería la “Grande mariposa”, capturando, dando problemas a esa biopsia de vida vulnerable, un ser que vive apenas una semana, sólo desea volar, (de ciudad en ciudad), deseando ser un criminoso que no puede vivir en esas montañas, aquí no hay eco, tampoco república, y les digo:
_Para cada soldado mío muerto, ejecuto diez civiles!
Mis hombres pueden matar inocentes, están hechos de relámpagos de sombrero y guitarra que no participan de la convención de Ginebra, mis “partidarios” son nacionalistas de uña y carne,
Terroristas que están protegidos por tal reunión…
Que mañana más loca. Y Edson gritando:
_Vamos amigo luche! Vamos amigo luche! Que la vida no paró… La vida no paró aquí…
Con mis hombres infiltrados, es hora de matar a los inocentes; porqué suministrar tropas oprimidas? Estamos con la inteligencia planeada, la inteligencia es un asunto delicado y prioritario del cual tenemos que alimentar todos los días, sin cuestionar órdenes de cualquiera que sea que quiere la mía…
Ven acá, Pascoli:
_”Ya no soy esa lámpara que brilla delante de la dulce María”.
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Humberto Fonseca
Tradução Español: Eleonora Gimenez